viernes, 24 de enero de 2014

El comienzo del camino


“…Y entonces Eva, cansada de que el paraíso fuese tan perfecto que resultaba aburrido, mordió la manzana para ser expulsada y ver si la cosa mejoraba…”
Génesis, 7, 24.

Si tuviese que imaginarme un paraíso, sería una playa de agua azul cristalina y arena blanca, con fuentes de chocolate, bandejas infinitas de quesos y una barra libre en la que sirvieran cócteles con sombrillita un montón de camareros con barba. Sin embargo, al igual que esos viajes de pulsera y todo incluido, está bien para unos días pero  llega a aburrir si eso durara toda la eternidad. Posiblemente al cabo de una semana, estaría deseando tomar un vino en el bar de siempre, cenar en un sitio por conocer, leer noticias inverosímiles y comentarlas con los amigos, rajar de política casi llegando a las manos o despotricar acerca de tendencias de la vida moderna incomprensibles.

De eso trata este blog, de un cajón desastre donde tenga cabida todo eso que nos inquieta, entretiene o simplemente nos divierte.

El nombre, igual de aleatorio que los temas que se tratarán, una palabra elegida por cada una que  a la vez será nuestra firma.


Damos por inaugurado Mercromina Efervescente.

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