¡Buenos y amorosos días!
Supongo que a estas alturas todos sabemos que hoy es 14 de Febrero. Para
algunos como es mi caso simplemente es el último día de la semana, lo que
significa que hasta el próximo Lunes puedo desenchufar el cerebro y disfrutar
plácidamente de casi sesenta horas para cenar, salir quemando algunas
conexiones neuronales con tequila, disfrutar de la compañía de mis adorados
amigos, divagar sobre lo divino y lo humano, apagar el despertador cuando me
plazca y olvidarme de prácticamente todo. Para otros sin embargo es el día de
San Valentín, el de los enamorados, el pico elevado de ventas de este mes
insulso, el día rosa por excelencia desde que el mundo es mundo y desde que un
tipo llamado Valentín fue exterminado y eliminado de la faz de la tierra por
casar a parejas en secreto cuando un emperador romano decidió que eso no era
cosa suya.
Lo cierto es que la primera idea que tenía era decir lo coñazo que me
resultaba este día del año porque durante semanas recibo en mi correo ofertas
de todo tipo exclusivas para parejas, las panaderías hacen bollos de pan con
forma de corazón, las floristerías veden rosas a precio de diamante lo cual si
te gustan estas flores es una auténtica putada porque por el precio de una
puedes comprar cuatro un día normal; o cómo hacer el regalo perfecto en forma
de descuento del veinte por ciento en un frasco de perfume y quedar como el rey
de corazones.
Sin embargo hoy voy a hablar de un fenómeno que me parece realmente
interesante y son aquellas parejas con trastorno de la personalidad múltiple;
esos chicos y chicas que en su momento os gustaban por la razón que fuera y a
día de hoy os habéis dado cuenta de que cuando Dios dijo eso de que hacía a Eva
a imagen y semejanza de Adán podría ser completamente verídico en vuestro caso.
¿Alguna vez has pensado que tienes un novio rarito al cual le gustaba ver el
waterpolo en la tele y ahora ve la gimnasia rítmica porque un día le comentaste
que te hubiera encantado practicar ese deporte cuando tenías cinco años, conoce
los sistemas de puntuación, a las gimnastas y hasta practica mortales en el
salón? ¿Te has enamorado de una chica que la primera vez que vio a tu gato
viejo le dio pataditas para que se alejase mientras ponía cara de asco y ahora
conoce todas las razas incluso las que todavía se están creando en los
laboratorios, se ha apuntado a una protectora y quiere ser presidenta de
felinos sin fronteras? Id pensando en darles puerta.
Probablemente todos tengáis esa amiga que tuvo un novio guitarrista. No
sabía ni lo que era una corchea pero a los pocos meses era promotora de conciertos,
sabía cuál era la mejor guitarra del mercado, compraba Fenders Telecaster por
Ebay, punteaba, cantaba (fatal) y se pintaba en el escote el nombre del
susodicho coreando todas las canciones y clasificando a los guitarras mundiales
de mejor a peor como si fuera cronista de la Rolling Stone.
También probablemente esa misma chica decidió que el mundo de las guitarras
se le quedaba pequeño y cambió a su Keith Richards particular por un
nacionalista gallego, vasco o catalatán que vestía con palestinas, fumaba
tabaco de liar y hablaba el idioma autonómico mientras veía el futbol en la
grada follonera del estadio bebiendo licor café a morro de una botella. En el
caso ocupa mi mente ahora mismo, se convirtió en la más gallega de las gallegas
y la más celtarra de los celtarras.
Pero queridos amigos esto nunca queda aquí y la cosa se complica cuando la
novia guitarrista celtarra conoce a un comercial de vinos, a un surfero
dicharachero, a un amante de la fotografía, cine, ingeniero, fanático de los
coches deportivos y la F1… Obviamente adoptará todas y cada una de sus
personalidades y el resultado será una absoluta tarada que se habrá convertido
en la pareja ideal de cualquiera porque cuando os deis cuenta será un clon
vuestro, lo que significa que estaréis enamorados de vosotros mismos y
reconozcámoslo… ¿Quién quiere una novia que es la versión masculina de vuestro propio yo?
Si sabiendo esto todavía no habéis salido corriendo y seguís pensando que
es vuestra media naranja y pensáis celebrar San Valentín, casaros y tener
churumbeles, es porque os van los deportes de riesgo. A la larga acabaréis
dándome la razón y comprar un abono anual para hacer puenting será lo más
estimulante de vuestras vidas.
Un saludo y disfrutad del día, que al menos ya es Viernes.
Mercromina <3
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